La lejía, o hipoclorito de sodio, es fundamental en empresas, oficinas e instituciones para mantener altos estándares de higiene y desinfección. Su capacidad para eliminar bacterias, virus y hongos la convierte en un recurso esencial en entornos donde la limpieza es crucial, como en comedores, baños y áreas de trabajo. Esto ayuda a prevenir la propagación de enfermedades y a crear un ambiente más saludable para empleados y visitantes.
En el ámbito institucional, la lejía se utiliza en la limpieza de instalaciones educativas y de salud, donde la desinfección regular es vital. En escuelas, por ejemplo, se emplea para limpiar aulas y áreas comunes, mientras que en hospitales es esencial para desinfectar superficies y equipos. Esto contribuye a mantener un entorno seguro y a minimizar riesgos de infecciones.
Asimismo, la lejía es útil para el tratamiento del agua en instalaciones que requieren agua potable. Al purificar el agua, asegura que el personal y los visitantes tengan acceso a un recurso esencial en condiciones seguras, fomentando así un ambiente saludable y productivo.