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Las galletas de vez en cuando en el trabajo son beneficiosas por varias razones. En primer lugar, proporcionan un rápido impulso de energía gracias a su contenido de carbohidratos, lo que puede ser útil para combatir la fatiga y mejorar la concentración durante largas jornadas laborales. Además, compartir galletas en la oficina puede fomentar la camaradería entre los colegas, promoviendo un ambiente de trabajo más positivo y colaborativo. También pueden servir como un pequeño incentivo o recompensa, incentivando la motivación y el rendimiento laboral. En resumen, las galletas ocasionalmente en el trabajo pueden mejorar el bienestar y la dinámica del equipo.