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Tomar rehidratante es importante en situaciones en las que el cuerpo pierde líquidos y electrolitos, como durante la deshidratación causada por ejercicio intenso, enfermedades como la gastroenteritis o la fiebre, o la exposición a altas temperaturas. Es importante elegir un rehidratante adecuado para la situación específica y seguir las indicaciones de uso. En casos de deshidratación grave o persistente, es fundamental buscar atención médica.